Desintegración familiar
La desintegración
familiar es la
separación de una pareja con hijos y las consecuencias que este hecho provoca.
Al irse uno de los miembros del núcleo familiar, se genera una
desestabilización en el funcionamiento del mismo. Este problema se ha ido
volviendo cada vez más grave en las sociedades desarrolladas.
Debido a la tasa cada vez más alta de divorcios y
separaciones, cada vez son más las familias en las que el núcleo familiar queda
desintegrado. Los principales afectados por esto son los niños, aunque todas
las personas implicadas suelen sufrir consecuencias negativas.
Al mismo
tiempo, la desintegración familiar puede estar causada por otros motivos que no
sean la ruptura de la pareja. Por ejemplo, la muerte de uno de los cónyuges, su
traslado a otro país o el abandono también pueden estar detrás de esta
situación tan compleja.
En
este artículo estudiaremos por qué se produce exactamente la desintegración
familiar, además de cuáles son las consecuencias más graves y las maneras en
las que podemos tratar de solucionarla.
Causas
La forma más básica de desintegración familiar es el
abandono del hogar por parte de uno de los progenitores. Sin embargo, este
hecho puede producirse por muchos motivos distintos. A continuación veremos
algunos de los más comunes.
Divorcio
Sin duda, uno de los factores que más ha influido en
el aumento de los casos de desintegración familiar es el enorme número de
divorcios producidos en los países occidentales. En las últimas décadas, cada
vez son más las parejas casadas que deciden separarse y seguir su propio
camino.
Las causas para el aumento de los divorcios son
múltiples y muy complejas. Por ejemplo, la aparición de leyes que permiten la
separación sin ningún tipo de consecuencia negativa sería una de las más
importantes.
Por otra parte, el acceso de la mujer al mundo laboral
y con ello su independencia económica del marido también ha permitido que ellas
acaben las relaciones con las que no están a gusto. Esto ayudaría a explicar
por qué más del 70% de los divorcios y separaciones son iniciados por las
mujeres.
Por
último, en las sociedades occidentales, hemos pasado de un modelo en el que se
valoraba la familia por encima de todo a preocuparnos especialmente por nuestro
bienestar individual.
En
general, esto provoca que, si alguien siente algún problema en una relación,
tienda a terminarla en lugar de intentar solucionar lo que ocurre.
Infidelidad
o abandono
Los
casos en los que uno de los miembros de la pareja le pone los cuernos al otro o
le abandona también han aumentado mucho en las últimas décadas. Por lo general,
esto puede ser todavía más traumático para los niños que un divorcio amigable.
Las
consecuencias de estas situaciones pueden ser la separación definitiva o tan
solo temporal; pero, debido a la mayor carga emocional que conllevan, los hijos
pueden quedar marcados incluso aunque al final se produzca una reconciliación.
Muerte de
uno de los progenitores
En el
caso de que uno de los padres fallezca mientras los niños son pequeños, éstos
sufrirán muchas de las consecuencias de una desintegración familiar provocada
por otros motivos.
Aunque
por supuesto es imposible controlar estas situaciones, es necesario ser
conscientes de cómo puede afectar el fallecimiento de uno de los padres a los
más pequeños de la casa.
Emigración
Debido
a la inestabilidad económica de ciertos países, algunos miembros de la familia
tienen que ir a vivir a otro país para conseguir dinero para mantener a sus
hijos.
En
este caso, aunque no haya conflictos emocionales graves entre los progenitores,
también se pueden producir consecuencias negativas si la situación está mal
llevada.
También
es posible que uno de los progenitores tenga que irse a vivir a otro país
temporalmente por motivos de trabajo. Esto tiende a provocar menor problemas en
los niños, pero sigue tratándose de una situación delicada.
Uno
de los motivos más graves para la aparición de la desintegración familiar es la
violencia. Cuando uno de los adultos agrede al otro, los niños pueden quedar
marcados psicológicamente. En estos casos, por lo general es necesario que
reciban ayuda de un profesional.
Adicción
Por
último, la pérdida de uno de los progenitores debido a una adicción de
cualquier tipo también puede ser un evento muy traumático para los niños.
Tener
un padre alcohólico o una madre adicta al juego generará todo tipo de emociones negativas y
situaciones peligrosas en la vida de los más pequeños.
Consecuencias
Sin
duda, aunque los miembros de la pareja que se separa también sufren, los más
afectados por la desintegración familiar son los niños.
Numerosos
estudios apuntan a que estas situaciones traen todo tipo de consecuencias
graves a la vida de los más pequeños. A continuación veremos algunas de las más
importantes.
Violencia y crimen
Varias
investigaciones sugieren que los hijos de familias desintegradas tienden a ser
más violentos y agresivos que aquellos que han crecido en un entorno seguro.
Además, también suelen tener más problemas con la justicia.
Esto
parece ser especialmente cierto si el miembro que abandona la familia es el
padre, por motivos que todavía no están del todo claros.
Adicciones
Otro
de los problemas más graves de los hijos de familias desestructuradas es que
pueden caer más fácilmente en adicciones como el alcohol o las drogas. Éste es,
sin duda, uno de los mayores peligros de estas situaciones para la sociedad en
su conjunto.
Trastornos psicológicos
Los
hijos de familias desintegradas tienden a desarrollar problemas mentales como
depresión o ansiedad en ratios mucho mayores que aquellos que han crecido en
familias estables. En los casos más graves, esto puede llevar incluso a
las autolesiones y al suicidio.
Problemas en
las relaciones
Los
niños aprenden a relacionarse con los demás observando a sus padres. En el caso
de que la interacción entre éstos no fuese la mejor, los hijos crecerán sin
saber exactamente cómo comportarse con otras personas.
Esto
parece especialmente cierto en el caso de las relaciones con el sexo opuesto.
Así, los jóvenes procedentes de familias desintegradas suelen mostrar problemas
para encontrar pareja, o bien para mantenerla a largo plazo.
Dificultades
económicas
Por
último, perder a uno de los progenitores suele provocar que la familia pase por
más dificultades económicas de lo normal. Esto tiene todo tipo de consecuencias
negativas que se suman a las propias de la desintegración familiar.
Soluciones
El
aumento de casos de desintegración familiar, y las consecuencias tan negativas
que tienen estas situaciones, han hecho saltar las alarmas de expertos de todo
tipo. Así, psicólogos,
sociólogos y trabajadores sociales tratan de encontrar una solución frente a
este grave problema.
Aunque
aún no se ha encontrado una respuesta definitiva, sí que existen algunas
medidas que podemos tomar para prevenir los efectos más negativos de la
desintegración familiar.
Educación emocional
Enseñar
a las personas a entender lo que sienten, a comprender a los demás y a trabajar
sobre estos dos puntos puede tener muchos beneficios.
En el
caso de las desintegraciones familiares, podría servir tanto para prevenir
algunas de ellas como para evitar algunas de sus consecuencias más graves.
Algunos
expertos proponen incluir este tema como materia de estudio obligatoria en
colegios e institutos, para educar a las siguientes generaciones desde el
principio. Sin embargo, todavía queda mucho que hacer en este sentido.
Nuevos
modelos de familia
Con
las altas tasas de divorcio que existen hoy en día, muchos expertos están de
acuerdo en que las relaciones de pareja tradicionales ya no funcionan
especialmente bien.
Por
ello, es necesario encontrar otros modelos que nos permitan criar a nuestros
hijos sin que tengan que sufrir cuando se produzca un divorcio o un conflicto
grave.
En
este sentido, existen muchas propuestas. Por ejemplo, los que ven la
infidelidad como principal causa de divorcio proponen como solución el
establecimiento de parejas abiertas.
Otros,
que piensan que el problema es la precipitación a la hora de establecer una
relación, creen que la clave se encuentra en trabajar sobre la conciencia y la
creación de unas habilidades relacionales más fuertes.
Alcanzar una
mayor estabilidad económica
Uno
de los motivos que más se citan como causa de divorcio es la aparición de
problemas económicos en la pareja. Esto, en una sociedad en crisis y en la que
los trabajos son cada vez menos estables, se está volviendo una situación
especialmente común.
Por
eso, algunos especialistas recomiendan a las parejas no tener hijos hasta no
contar con una situación económica estable y segura.
Así,
muchas de las causas que provocan las separaciones simplemente no aparecerían,
y se podría evitar la desintegración familiar en cierta medida.
Ayuda profesional
En
algunas ocasiones, la desintegración familiar y sus consecuencias no pueden ser
evitadas simplemente con el esfuerzo de la pareja. En estos casos, contar con
la ayuda de un profesional especializado en estos temas puede ser muy útil.
Así,
la ayuda de un psicólogo de pareja puede ayudar a evitar la separación o
divorcio si los problemas no son especialmente graves. En el caso de que
finalmente se produzca, un terapeuta puede ayudar a los niños a lidiar con las
consecuencias más negativas de este tipo de situaciones.